
Y esa parte del pollo, no es de lo mas "simpática", son fibrosas, y deben estar muy bien adobadas para resultar sabrosas.
Finalmente lo que hice para adobarlas, fue mezclar la mostaza que tenía con un par de cucharadas de miel.
Ya habia sacado el pollo del freezer y lo había salpimentado.
Estaba casi totalmente descongelado, asi que le dí las primeras pinceladas con la mezcla agridulce antes de meterlo al horno.
Un secreto: para pincelar tanto las empanadas, los panes y todo lo que se merezca, me guardo los pinceles chatos que vienen en los kits de tintura para el pelo. Aclaro que seguramente ya tengo casi cien de ellos!!!!!!
Jeremias tambien hace uso y abuso de ellos ya que cuando está en vena artística tambien los usa para pincelar EL MUNDO!!!!
Sigo con la receta: cuando escuchaba que la asadera sonaba a "me estoy secando" volvía a pincelar el pollo. Resultado? un pollito con un sabor muy particular ya que no se sentia lo dulce sino el regusto a la miel en el fondo del paladar. Una experiencia que pienso volver a repetir con otras carnes.
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